Para ablandar la cama
Gelesen von Alba
Pedro Calderón de la Barca
Con hambre y cansancio un día
a una posada llegó
cierto fraile, y preguntó
a la huéspeda qué había
de comer. —Si una gallina
no mato —le dijo ella— ,
nada hay. —¿Quién podrá comella
—respondió con gran mohína —
acabada de matar?
—Tierna estará —replicó
la huéspeda—, porque yo
sé un secreto singular
con que se ablande—. Y cogiendo
la polla, que viva estaba,
vio que los pies la quemaba,
con que a nuestro reverendo
muy blanda le pareció;
y aunque el hambre pudo hacello,
atribuyéndolo a aquello,
en la cama se acostó.
Estaba la cama dura,
tanto que le tenía inquieto;
y él, cayendo en el secreto,
pegarla a los pies procura
la luz. Dijo al ver la llama
la huéspeda : —Padre, ¿ qué es
eso ?— Y él dijo : —Nuestra ama,
porque se ablande la cama,
quemo a la cama los pies.
(No siempre lo peor es cierto, jornada 2ª , escena XIII)
Este libro pertenece a la colecciòn Alba Learning.